domingo, 1 de mayo de 2016

Cansado de navegar

Mucho tiempo navegando,
con las velas desplegadas,
siempre a toda marcha,
plantando cara a los vientos,
a olas furiosas,
a los huracanes.
Siempre defendiendo su casco
de piratas y rufianes.
Dichoso cuando la mar estuvo en calma,
arrullándose, cuando la brisa acariciaba.
Su casco ahora envejecido,
ahora sus velas marchitas, ajadas, mustias...
LLegó el momento de quedarse en puerto,
el momento de dejar la lucha,
de ceder terreno,
de solo arrullarse en la cuna del puerto.